Buenos días. Otro viernes, otra edición de Mirada Sur, donde en apenas 10 minutos, lo ponemos al día con la información que hay que saber para entender lo que pasa en América Latina. Una edición muy política la de hoy, con el análisis de la victoria del ogro ultra-mega-super-derechista de José Antonio Kast. Pero a diferencia de la mayoría de los medios, acá no nos preocupamos por etiquetas ridículas, sino que le explicamos cómo y por qué se produjo este resultado impactante en Chile. Y lo que puede significar a futuro para el continente. También seguimos lo que ocurre en Venezuela, donde una entrevista en Vanity Fair (nada menos) sugiere qué va a pasar con Maduro. Pero también “viajamos” a Honduras, a Costa Rica, y hasta a México, donde un grupo de legisladoras, convirtió el Congreso de Ciudad de México en un ring de lucha libre. Y para no pasarnos de tiempo, no le contamos sobre el último papelón de Macron y Lula con el frustrado acuerdo entre Europa y el Mercosur, que nos dará buen material para la semana próxima.

Finalmente, el resultado fue lo que todas las encuestas y analistas anticipaban. El nuevo presidente de Chile es José Antonio Kast, del partido Republicano, que se impuso por casi 20 puntos a la candidata comunista Jeanette Jara. Con este apabullante resultado, se suma otro país de la región que vira ideológicamente, y confirma lo que a esta altura ya parece una ola que pinta de azul a buena parte del continente.

Hay una cantidad enorme de lecturas que se pueden hacer de esta victoria de Kast en Chile. Tal vez la más desafiante, es analizar cómo pudo pasar que un país que hace apenas 5 años estaba literalmente prendido fuego por las pulsiones de la izquierda radical, y que hace 4 eligió a un joven activista estudiantil que prometía convertir a Chile en la “tumba del neoliberalismo”, pasó en tan poco tiempo a votar masivamente a un dirigente conservador sin complejos. ¿Cambio de era? ¿Otro fracaso del socialismo? ¿Se cansó Chile de los discursos emotivos que no generan resultados? Lejos de eso, la mayoría de los medios internacionales prefirió agotar los adjetivos como “ultra”, “mega”, “super” derechista, para definir a Kast. Hurgar en el supuesto pasado nazi de su padre (una payasada, ya que era un niño), o en declamar sobre el pánico que acosa a feministas, politólogos e inmigrantes ilegales.

Un ejemplo claro de esto fue la cobertura de O Globo. Que si bien es un medio con tradición conservadora, su periodista enviada dijo que “El candidato de extrema derecha asumirá el cargo en un escenario político adverso, marcado por un Congreso sin mayorías definidas y por posibles dificultades para formar gobierno con una derecha fragmentada. La victoria de Kast sobre la candidata oficialista Jeannette Jara lo convertirá en el presidente más derechista del país desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, hace 35 años”. Más allá de la imprescindible referencia a Pinochet (!), a su “ultraderechismo” (!!), parece que a Kast ni le convenía casi ganar.

Pero dejemos por un lado las rabietas del bienpensantismo global. Para tener una visión más racional del resultado, consultamos al amigo José Francisco Lagos, del instituto Res Pública de Chile, que nos decía lo siguiente: “La idea de que Kast es de "ultraderecha" busca deslegitimar al adversario político moralmente, decirle a alguien que eres tan extremo que no puedes gobernar. El problema de ese slogan es que está completamente alejado de la realidad, porque no tiene una idea de fondo aparejada más que la distancia geográfica. En nuestro país no se hacen distinciones, un sector de la izquierda trata de ultraderecha a cualquiera que no piense como ellos, ya lo decían cuando intentaron sacar del poder al ex Presidente Piñera”.

Más allá de sus prioridades locales, que parecen ser la seguridad, revivir la economía, y enfrentar una inmigración descontrolada, le preguntamos a José cuál será el rol de Kast a nivel regional. “Enfocarse en Chile requiere tener un rol regional, especialmente para enfrentar el problema de la migración. Sin los países fronterizos como aliados, se hace muy difícil abordar ese desafío. Por eso se explica la visita al Presidente Milei y no debería sorprendernos que vaya a otro país dentro de estos días”.

Efectivamente, en su primer viaje al exterior como presidente electo, Kast confirmó por dónde irá la política exterior de su gobierno. Chile se alineará a Estados Unidos y pasará a integrar el bloque de países enfrentados al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. El propio Kast lo dejó claro antes de llegar el martes a Buenos Aires para una reunión con el presidente argentino, Javier Milei, con quien se mostró muy cercano. Kast tildó de “narco dictador” a Maduro, y afirmó que lo que le diga el venezolano le “tiene sin cuidado”.

El Caribe es un polvorín. Los buques americanos estrechan cada día más el cerco en torno a Venezuela, jugando al tiro al blanco con las lanchas de narcotraficantes, e impidiendo la circulación de todo el petróleo ilegal, que daba oxígeno financiero al régimen de Nicolás Maduro. Son días extraños, ya que por momentos parece que no ocurre nada relevante, y por otros parece que todo está a punto de volar por los aires.

Esta semana se conocieron más detalles de la peripecia que vivió María Corina Machado en su escape a Oslo para recibir el premio Nobel de la Paz. Machado se habría fracturado una vértebra durante su complicado viaje para recibir el galardón. La fractura se produjo cuando la llevaban en un pequeño barco pesquero, momento en el que había malas condiciones meteorológicas, con fuertes vientos y mucho oleaje, y forma parte de una serie de lesiones que le fueron detectadas en una revisión realizada en el Hospital Universitario de Ullevål de Oslo. "El estado de la paciente se considera vinculado a las condiciones físicas extremas durante su viaje desde Venezuela. El trayecto incluyó cinco horas en una embarcación en mar abierto bajo circunstancias muy intensas", declaró a un diario noruego una fuente conocedora del caso.

Las lesiones obligarán a Machado a prolongar su estancia en Noruega mientras espera las recomendaciones de los médicos sobre el tratamiento a seguir. "Ella tiene plena intención de regresar a Venezuela, a pesar del diagnóstico”, informaron fuentes cercanas.

TRUMP APRETA. En tanto, en una polémica entrevista concedida esta semana a la revista Vanity Fair, la todopoderosa jefa de gabinete de Donald Trump, Susie Wiles, dijo que su jefe "quiere seguir destruyendo barcos hasta que Maduro pida clemencia". En la nota parece quedar claro que el objetivo de la Casa Blanca va más allá de la lucha contra el narcotráfico, y que la intención de la Casa Blanca es forzar un cambio de régimen en Venezuela. Incluso, según algunos analistas, esto podría ser clave también para un derrumbe final del gobierno cubano, que hoy atraviesa su peor crisis económica desde la caída de la Unión Soviética.

"No se trata del petróleo", comentó esta semana a la cadena alemana DW, Jim Marckwardt, teniente coronel retirado del Ejército de EE. UU. y ahora codirector de la Facultad para las Américas en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Johns Hopkins. Lo que quiere Trump, según Marckwardt, es construir su legado. "En 2019, fue cuando la crisis de algún modo estalló en Venezuela con Juan Guaidó y no fue resuelta entonces. Biden no la solucionó, y hay muchas evidencias de que a Trump sí le importa su legado", apunta Marckwardt. "Ha tratado de resolver el conflicto en la Franja de Gaza, está trabajando muy, muy duro intentando impulsar el proceso de paz entre Ucrania y Rusia, y un país que está un poco más cerca de casa en este hemisferio es Venezuela, y yo diría que posiblemente sea más fácil de resolver", subraya el exmilitar.

Sea cual sea el fin buscado por la Casa Blanca, a esta altura parece difícil que haya una solución a esta crisis que no pase por la salida de Maduro del poder. Algo que puede generar un efecto dominó político en todo el continente.

Aunque parezca mentira, a tres semanas de la elección en Honduras, seguimos sin saber quién será el nuevo presidente de Honduras. Al momento de escribir estas líneas, las autoridades habían comenzado el recuento manual de unos 500 mil votos dudosos, y el candidato del Partido Nacional, “Tito” Asfura, veía reducida su ventaja sobre el liberal Salvador Nasralla a unos 30 mil votos. O sea, todo puede pasar. En un tercer lugar lejano venía la candidata oficialista Rixi Moncada, ya sin chances de ganar. El organismo electoral no precisó la fecha de conclusión del escrutinio especial. Sin embargo, dispone de plazo hasta el 30 de diciembre para anunciar oficialmente al ganador, quien asumirá el cargo el 27 de enero de 2026 para el periodo 2026-2030.

Curiosamente, es el oficialismo el que está denunciando un fraude en este proceso ocurrido bajo su gobierno. Y seguidores del partido Libre, liderado por el ex presidente Zelaya y su esposa, la actual mandataria Xiomara Castro, han protagonizado actos de violencia en distintos puntos del país.

Para entender mejor lo que está pasando en este país clave de Centroamérica, le recomendamos con particular fervor esta entrevista realizada por los amigos del Instituto Cato, Gabriela Calderón y Marcos Falcone, con Guillermo Peña, hondureño con profundo conocimiento de la política de su país. Entre las cosas interesantes que Guillermo explica, es que todo el mundo más o menos informado en Honduras sabía que si la elección se definía por menos de 3 puntos de diferencia, podía ocurrir una demora como la que estamos viendo. Algo similar se había vivido ya en 2017. Sobre todo porque el país todavía no logra superar los efectos de la crisis del año 2009, cuando el mencionado Zelaya fue removido de la presidencia por intentar instalar una Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva constitución.

En tanto, la consejera presidente del Consejo Nacional Electoral de Honduras (CNE), Ana Paola Hall, denunció "intimidación" por parte del Congreso y el partido oficialista, Libre, después de que el Legislativo la señalara de presuntos delitos electorales y la asociación política convocara una concentración frente a una sede electoral. "Hoy, he ratificado que rechazo las acciones de intimidación que se están dando y que me interpondré en el camino de quienes pretendan evitar la declaratoria de las Elecciones Generales", sostuvo Hall en redes sociales tras reunirse con representantes de los países cooperantes acreditados en Tegucigalpa, conocido como G-16+.

POR QUÉ ME IMPORTA. En la entrevista que recomendamos más arriba, Guillermo Peña nos explica que la relevancia de esta elección es que se enmarca en una crisis y cambio de influencia regional muy importantes. El gobierno saliente de los Zelaya-Castro ha estado muy alineado con la izquierda más dura regional, desde Maduro hasta López Obrador. Ha tenido actitudes directamente irritantes para con Estados Unidos, como el quiebre de relaciones con Taiwan para abrazarse con el régimen chino. Por lo tanto, más allá de si el próximo presidente es Asfura o Nasralla, parece claro que hay un cambio ideológico fuerte en Honduras, que lo hará alinearse al eje más próximo a Washington.

Luego de una votación muy reñida, el Congreso de Costa Rica decidió mantener los fueros del presidente Rodrigo Chaves. Una mayoría simple de los diputados votó por levantar la inmunidad que protege al mandatario, pero el oficialismo y sus aliados se alinearon para evitar la mayoría calificada necesaria de 38 votos. Se rechazó así la solicitud que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) remitió a la Asamblea Legislativa el 7 de octubre y, en consecuencia, Chaves conservará la protección que lo blinda de ser procesado penalmente mientras dure su mandato.

Desde el oficialismo y sectores aliados se sostuvo que no existían méritos suficientes para una medida de tal magnitud, mientras que la oposición advirtió que el rechazo podría debilitar los mecanismos de control sobre el Poder Ejecutivo. Si bien el presidente costarricense había dado señales de que estaría presente en la sesión para defenderse, unas horas antes se dio a conocer un comunicado en el que se anunciaba que no asistiría.

La sesión se dio en medio de un clima político tenso y volvió a poner sobre el tapete el tema de los límites del poder presidencial y la rendición de cuentas de los más poderosos, un asunto que preocupa en varios países de Latinoamérica. Aunque la decisión no determina el cierre definitivo del caso que involucra a Chaves, pone un freno a cualquier avance judicial en su contra. Eso sí, la investigación podría retomarse una vez finalizado su período de gobierno, el próximo 8 de mayo, cuando quedará sujeto a los procesos judiciales ordinarios sin necesidad de autorización parlamentaria.

TRASFONDO. El mandatario tico es investigado por presuntas irregularidades vinculadas al financiamiento de su campaña electoral. En concreto, se le acusa de “beligerancia política”, una figura específica del sistema costarricense que sanciona a ciertas autoridades si emplean su investidura para favorecer o incidir en la competencia partidaria. En el caso de Chaves, el TSE sostiene que un presidente no puede inclinar la cancha desde el sillón presidencial, ni con propaganda directa ni con mensajes que oficien de apoyo electoral. En total son 15 denuncias que, según el órgano electoral, habrían incurrido en conductas de beligerancia política, influyendo directamente en el proceso rumbo a las elecciones de 2026. No es la primera vez que Chaves está en la mira de la Justicia de su país. En 2025 ya había logrado atravesar otro intento de desafuero en el marco de una investigación por presunta corrupción.

POR QUÉ ME IMPORTA. Costa Rica es reconocida como una de las democracias más estables de Latinoamérica. En una región marcada por crisis institucionales y poderes sobredimensionados, la inmunidad muchas veces se convierte en impunidad. El caso Chaves es importante en tanto trae a la discusión un tema recurrente: cómo lograr el equilibrio entre la protección de la figura del Presidente y la capacidad de exigirle responsabilidad política y legal. Y que todo eso se defina dentro de los márgenes de las reglas democráticas.

El Congreso de la Ciudad de México se convirtió en un ring de lucha libre cuando varias diputadas pasaron del intercambio de ideas a las trompadas. En plena sesión legislativa, el debate de una propuesta para eliminar la agencia de transparencia de la ciudad, escaló hasta una batalla campal entre las legisladoras, donde no faltaron manotazos, empujones y tirones de pelo. Buscando calmar los ánimos, el presidente de mesa hizo sonar el timbre que se usa habitualmente para anunciar el inicio o el final de intervenciones, pero las diputadas no querían que el round terminase. Algunos congresistas intentaron separar y otros registraron la acción para la posteridad.

Las imágenes se expandieron rápido y el bochorno se hizo masivo. La sesión fue suspendida y la presidenta de la Mesa Directiva ordenó desalojar el recinto. Cuando los legisladores volvieron a ocupar sus bancas, la oposición se retiró y el oficialismo aprovechó la ausencia para aprobar las reformas. No hubo lesiones más que algún arañazo, pero las congresistas que participaron de la pelea terminaron visiblemente exaltadas y muy despeinadas. No es la primera vez que una sesión del Parlamento mexicano acaba a las piñas. Ya había ocurrido en agosto de este año en la Cámara Alta. La más fina ironía cobró vida cuando varios senadores se cruzaron a golpes en medio de un debate sobre las limitaciones en el uso del derecho de palabra.

TRASFONDO. El enfrentamiento involucró a diputadas de Morena y el PAN, los principales bloques políticos del país, que concentran la mayor tensión política en la capital mexicana. La llama que encendió la mecha fue el avance de una iniciativa oficialista para extinguir InfoCDMX, parte de un paquete de reformas que buscan eliminar organismos autónomos con el argumento de austeridad y reordenamiento institucional. La oposición denuncia que la medida va en contra del control y la transparencia, mientras el oficialismo sostiene que son estructuras costosas e innecesarias.

POR QUÉ ME IMPORTA. En el Congreso de una de las principales metrópolis de la región, la política, que es el arte de la argumentación, se quedó sin argumentos y pasó a los golpes. La imagen de las diputadas tironeándose de los cabellos es representativa de la polarización profunda que hay en la región. Y abona generosamente el descrédito de las instituciones. En un país que ha convertido la lucha libre en un ícono nacional, no deja de ser sugerente que sus legisladoras también ejerzan esa actividad en el Congreso.

Martín Aguirre | Director

Rodrigo Caballero | Editor