¡Feliz viernes! Esta es la edición de Mirada Sur más complicada de ejecutar cada año. Es que ocurre cuando todavía la gente no se ha recuperado por completo del atracón de nochebuena, pero ya tiene los festejos del cierre del año a la vista. A esto se suma que en buena parte de América Latina, como estas fechas ocurren en el comienzo del verano, la mayoría de la gente ya está pensando en vacaciones y playa. O sea, nadie quiere poner mucha atención en las noticias. Así que este año decidimos cerrar con una edición express, donde le contamos rápidamente los temas de la semana. Pero, sobre todo, los temas que van a marcar la agenda en los meses que vienen. Aquí haremos un corte con Mirada Sur, y volveremos como siempre a partir del 10 de enero. ¡Feliz año nuevo!

Las Cinco Noticias Esenciales

Honduras, ahora sí, tiene Presidente.

Y finalmente, ¡ocurrió! Luego de tres eternas semanas de conteo y revisión de votos, la autoridad electoral de Honduras proclamó al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, como presidente del país por los próximos cuatro años. Justo cuando estábamos prendiendo el fuego del tradicional asado navideño, vimos el comentario de nuestra fuente confiable de información de ese país, Guillermo Peña. Por lo visto, (casi) nadie ha disputado el resultado, y se cierra así un ciclo que algunos indican que comenzó en 2009, pero que ahora parece garantizar una estabilidad democrática en ese país.

¿Quiénes festejan? Bueno, primero que nada el propio Asfura, un descendiente de inmigrantes árabes, que tiene amores y odios, pero que ha generado un perfil de hombre pragmático y ejecutivo. Este “perfil” del diario local La Prensa, lo pinta de cuerpo entero. En segundo lugar Donald Trump, que se había jugado a fondo para apoyar a Asfura, sin que esté del todo claro el motivo de este vínculo. En tercer lugar, los sectores políticos más de derecha o liberales, que ven como otro gobierno aliado histórico del chavismo, es desalojado del poder.

¿Qué hay que ver de cara al futuro? Si las tensiones de este final electoral tan reñido, no terminan generando alguna explosión de violencia, o de pérdida de legitimidad del nuevo Presidente. Si nada de eso ocurre, Honduras habrá dado un paso clave para instaurar un período de institucionalidad y democracia, que le permita atacar sus problemas de fondo.

Maduro se aferra al poder, pese a todo.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó que sería "inteligente" que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dejara el poder. "Si quiere hacer algo, si se hace el duro, será la última vez que pueda hacerse el duro", remarcó. Esto ocurre pocas horas después de que otra “narcolancha” fuera atacada por tropas americanas en aguas cercanas a Venezuela. EE.UU. sigue estrechando el cerco en torno a la dictadura venezolana.

Mientras esto ocurre fuera de Venezuela, adentro Nicolás Maduro acelera su show bailando y cantando en actos y eventos, intentando mantener la imagen de que las cosas siguen como siempre. La única señal visible de la presión que enfrenta el dictador y su entorno, es el aumento exponencial de lo ridículas de las salidas de Maduro, que ha incorporado a su “playlist” de temas veraniegos, todas las canciones de pop que incluyen la palabra “paz”. Eso, mientras a la interna aumenta la represión a cualquiera que mande un mensaje de WhatsApp que pueda leerse como crítico al régimen.

¿Qué podemos esperar a corto plazo? El centro de la cuestión parece estar en lo que haga María Corina Machado, la principal líder opositora y reciente premio Nobel de la Paz. Desde su ceremonia de premiación en Oslo, se ha perdido todo rastro de Machado, y las versiones arrecian sobre dónde está y cuáles son sus planes. Algunos insinúan que podría estar regresando a su país, para seguir desde dentro la campaña de desgaste al régimen. Otros sugieren que podría organizar un regreso por todo lo alto, escoltada por altas figuras de la política regional. Las próximas semanas, serán clave.

Colombia en crisis, en año clave para Petro.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, decretó una emergencia económica por 30 días, en medio de una crisis política y financiera, y luego de que el Congreso le rechazara una reforma fiscal que pretendía recaudar casi 4 mil millones de dólares. La economía colombiana, si bien está creciente más fuerte de lo esperado, tiene un problema central: un déficit fiscal que podría superar el 7% para final de año. Esta medida decretada por Petro le permitiría imponer impuestos especiales, para enfrentar lo que propio mandatario ha reconocido como una “inminente crisis fiscal”

La situación de Colombia es clave a nivel regional. Primero, porque es el país con frontera más fluida con Venezuela, en momentos en que el mundo mira a ese país en su escalada bélica con Estados Unidos. Segundo, porque Petro es uno de los últimos aliados de Maduro a nivel regional. Y tercero, porque Colombia es el próximo país gobernado por la izquierda regional, que tiene elecciones presidenciales. Si bien el gobierno de Petro ha sido un desastre a muchos niveles, y él como personaje en particular ha marcado alguno de los hitos más impactantes del año a nivel continental (no por lo bueno), las encuestas todavía muestran un panorama electoral difícil de anticipar.

Si los partidos opositores confirman el proceso de coordinación que se ha visto en los últimos meses, podrían enfrentar con éxito al candidato del “petrismo”. Y si la izquierda es desalojada del poder en Colombia, el viraje de la región a la derecha, tendrá un envión muy importante.

Rodrigo Paz enfrenta conflicto clave.

El nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, ha decidido tomar el toro por las astas. A pocas semanas de asumir ha decretado el fin de los subsidios a los combustibles, una medida clave para solucionar la feroz crisis financiera que vive el gobierno de ese país, tras 20 años de gobiernos socialistas. Pero una decisión que pone a prueba también su capacidad de gobierno, ya que significa enfrentarse con los sectores opositores más duros, con un tema que ha costado el cargo a varios de sus predecesores.

En las últimas semanas, el mundo sindical boliviano se ha volcado a las calles a protestar contra la medida, que implica en los hechos la duplicación del valor de la gasolina en las calles de Bolivia. Pero hasta ahora las protestas no han logrado generar el caos habitual, y parecería que el presidente ha calibrado bien el momento de la medida, que toma al sector “social” opositor, muy debilitado y dividido.

¿Cuáles son las claves de todo esto? La medida decretada por el presidente Paz implica un ahorro de casi 10 millones de dólares diarios para el estado boliviano. Si logra encaminarla de forma pacífica, habrá dado un golpe de timón clave, para recuperar las finanzas del país, y a partir de allí, aspirar a revivir la economía. La segunda clave es ver cuál será la actitud del ex presidente Evo Morales, que por ahora se mantiene en un segundo plano, luego de que su guerra abierta con su sucesor y ex aliado Luis Arce, generara una crisis que alentó el fin de ciclo de la izquierda en el poder.

Un año donde todo puede cambiar.

Para cerrar esta última edición del año de Mirada Sur, pensamos analizar qué puede pasar el año que viene. Y cuando vemos eso, todos los caminos ineludiblemente llevan a un lugar: la Casa Blanca.

Es que como pocas veces en los últimos 30 o 40 años, América Latina se ha instalado en el centro de la agenda política estadounidense. Donald Trump parece decidido a imponer una revisión de la vieja Doctrina Monroe, y aquello de “América para los americanos”. Lo que significa esto, básicamente, es que Washington no parece dispuesto a tolerar la injerencia de potencias externas en la región. Al mismo tiempo que está tomando un rol mucho más proactivo, en las cuestiones de política interna regional. Desde ya que esto tiene luces y sombras, pero para una región que lleva décadas quejándose de que Estados Unidos no le presta atención, es un cambio radical.

Pero este foco de Trump en la región, coincide con un cambio político “autóctono”. Estamos viendo un viraje impactante a nivel ideológico en el continente, que parece dejar atrás las recetas del socialismo indigenista que marcó al continente por años. Este año tendremos dos hitos clave en ese proceso: las elecciones en Colombia y Brasil. Si esos países “cambian de color político”, los astros se alinearán para una alianza que debería significar un salto de calidad en el vínculo con la mayor potencia del planeta.

A esto hay que sumar otro hecho, que viene del sur profundo. Hablamos del gobierno de Javier Milei en Argentina. Pese a todos los augurios catastróficos, Milei parece haber sobrellevado el período más crítico de su gestión. Y sus políticas liberales están empezando a generar resultados económicos muy positivos. Si Milei logra confirmarse, y el resto de la región comprueba que la receta liberal, es la correcta para enfrentar los desafíos de estos tiempos, el impacto cultural tendrá efectos avasallantes.

Por último, es imposible no enfocarse en México a la hora de analizar lo que puede pasar en el continente en el próximo año. Si bien se trata de un país que mira poco para el sur, y que no cumple un rol muy activo en la política regional. su poderío económico y su influencia cultural es enorme. Será muy importante ver cómo la presidente Sheinbaum cabalga sobre las dos o tres bombas de tiempo que le dejó su predecesor López Obrador. La relación con Donald Trump, la guerra entre grupos narco, tras la implosión del cártel de Sinaloa, y la transición política interna, con una puja cada vez más visible entre el viejo orden “lopezobradorcista”, y el estilo de la nueva presidenta.

Como vemos, el 2026 promete ser un año de cambios sísmicos en América Latina. Que trataremos de ayudarlo a entender, desde Mirada Sur. ¡Feliz 2026!

Martín Aguirre | Director

Que tan bien cocinado estuvo este resumen semanal

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